La demanda se ha vuelto más volátil y compleja, lo que afecta no solo la planificación de productos terminados, sino también las materias primas y los productos semiterminados. Con nuevos canales, más señales de demanda, ciclos de vida de productos más cortos y una creciente incertidumbre geopolítica y económica, muchas empresas encuentran que sus capacidades actuales son inadecuadas.

Capitalizar adecuadamente las nuevas oportunidades de mercado a menudo requiere aumentar la capacidad de su empresa para detectar, analizar, planificar y dar forma a la demanda. Nivelar su capacidad de planificación de la demanda es fundamental para seguir el ritmo de un mercado que cambia rápidamente.

Debido a todos estos cambios, la definición de una buena planificación de la demanda ha evolucionado. En estos días, un plan de demanda debe alinearse con más áreas de la empresa, como los equipos de marketing, ventas y comercial; aún mejor es incluir la alineación externa. Eso significa que el proceso de planificación requiere más flujos de trabajo y herramientas para permitir la colaboración, tanto internamente como con socios.

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